“TOCAR A JESÚS”

“Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?” Mateo 5:31

Jesús estaba siendo apretado por la multitud. Estaba siendo “presionado, apiñado, comprimido”, a tal punto que ya era asfixiante. Todos querían estar al lado del Maestro, abrazarlo, mirarlo a la cara, comprobar quién era realmente. Cualquiera podía apretar al Jesús humano, pero muy pocos podían tocar al Cristo divino.

Una mujer, enferma por muchos años, decidió acercarse con fe al Jesús divino. Creía que si solo podía tocar el borde su manto sería sana. La cultura discriminaba a quienes sufrían su enfermedad y se suponía que ella no debía estar entre la multitud, pero corrió el riesgo y arrastrándose hasta Jesús, tocó el borde de su manto e inmediatamente fue sana. El Señor se dio cuenta y se detuvo. En medio de una multitud que le “apretaba”, alguien había “tocado” sus vestiduras y poder salió de Él.

La palabra tocar en griego es hapto, que significa “conectar, manejar, encender un fuego”. Tocamos las perillas de la cocina (estufa) para que se encienda, tocamos el timbre de una casa para que alguien nos abra la puerta, tocamos el ícono de una app en nuestro celular para abrir un mundo de posibilidades. Eso es “tocar”, actuar sabiendo que algo sucederá.

Jesús no se quejó porque la multitud lo apretaba. Él no tenía problemas de que alguien quisiera comprobar su naturaleza, pero su poder solo se manifestó cuando alguien se acercó a Él con fe.

Hoy, obviamente no se trata de tocar físicamente al Señor, sino de experimentar lo sobrenatural por fe. Así como la mujer de la historia se propuso llegar a Jesús a pesar de los obstáculos, también nosotros debemos movernos con fe hacia Él diariamente. Quizás también debamos superar algunos obstáculos, pero el deseo de encontrarnos con el Señor y experimentar su presencia debe animarnos a avanzar con determinación.

El poder de Jesús está disponible para sanar nuestro cuerpo y nuestra alma, para restaurar relaciones, para darnos sabiduría, para transformar nuestro carácter. Su poder se manifiesta cuando ponemos en marcha la fe y le permitimos tomar el control de la situación.

Cada día podemos tener encuentros transformadores con el Señor o simplemente seguirlo como lo hace la multitud. Nosotros debemos decidir qué vamos a hacer.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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