“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida para que podáis soportar.” 1 Corintios 10:13.

El apóstol Pablo sabía muy bien de qué estaba hablando. Él experimentó muchas pruebas y tentaciones, y de todas ellas lo libró el Señor.

La palabra tentación en griego es peirasmós y significa: “poner a prueba, experimentar, intentar, probar, ensayar”. Esta palabra se puede traducir como prueba o tentación dependiendo del contexto. En el caso de este pasaje se utiliza para hablar de pruebas con un efecto beneficioso, permitidas por Dios con el fin de ayudarnos a crecer espiritualmente.

En este versículo, Pablo nos recuerda que Dios nunca va a permitir una prueba que sea más fuerte de lo que podamos resistir. Ahí está la clave. La palabra resistir en griego es anthístemi que significa “ponerse en contra, enfrentar, oponerse, permanecer firme, perseverar de pie”. Como la palmera, que puede ser flexible hasta casi tocar el suelo con sus hojas en medio de los vientos más fuertes, pero luego que pasa la tormenta vuelva a estar erguida.

¿Cuánto podemos resistir realmente? Me atrevo a decir que muchos no llegan a descubrir su punto de resistencia porque quieren salir de la prueba lo más rápido posible, incluso antes de que se cumpla el propósito con el que Dios la permitió.

Por supuesto nadie quiere sufrir, nadie en su sano juicio quiere atravesar situaciones que le provoquen dolor. Sin embargo, al estudiar la Palabra de Dios, comprendemos que en medio de situaciones dolorosas podemos experimentar un gran crecimiento. ¡Cuántos testimonios tenemos para compartir de la obra que el Señor ha llevado a cabo en nuestras vidas en los tiempos más difíciles!

¿Atraviesas dificultades en este momento? Tal vez estás experimentando una prueba tan intensa que te preguntas si será posible sobrevivir. Quizás te preocupa una dificultad en particular porque se ha prolongado en el tiempo y no puedes ver la salida.

Cuando las situaciones que atraviesas no sean favorables, eso no significa que Dios te ha abandonado. Mantente firme y con la mirada puesta en Él. Confía en el Señor, deja que complete la obra en ti, y te sorprenderá lo que hará.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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