“No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria”. Isaías 54:4.

Este pasaje es una profecía de doble cumplimiento. En primer lugar, se aplica a Israel y la restauración de Jerusalén en época del rey Darío. Y en segundo lugar, es una promesa vigente para su pueblo: Dios quita la vergüenza desde el mismo momento en que nos sometemos a Él para vivir según su voluntad.

La palabra “vergüenza” en hebreo es boyet, que significa “afrenta, confusión, deshonra, ignominia, sentirse burlado”. Muchas veces la vergüenza nos llega a intimidar, nos atemoriza, nos roba valor, y al fin nos paraliza.

Observa como lo expresan los hijos de Coré en el Salmo 44:15: “Cada día mi vergüenza está delante de mí, y la confusión de mi rostro me cubre”. Estaban siendo burlados, oprimidos y hasta habían retrocedido delante de sus enemigos. Satanás sabe esclavizar a las personas usando la vergüenza. Sin embargo, Dios es quien nos redime, nos levanta y nos da dignidad al hacernos sus hijos.

¿Te sientes avergonzado por situaciones que nunca hubieras querido pasar? ¿Hay personas que te siguen afrentando por decisiones que tomaste en el pasado? Hoy Dios te dice que Él se lleva tu vergüenza y la cambia por dignidad y paz. Mira qué tremenda promesa les da a sus hijos: “Tu adorno será la justicia. Y no tendrás nada que temer porque la opresión se alejará de ti, y nunca más se te volverá a acercar” (v. 14). Dios comienza a escribir una nueva historia desde el momento en que le entregamos todo aquello que nos avergüenza.

Esta palabra es para ti. Escucha lo que dice el Señor al finalizar este capítulo: “Esta es la herencia de los siervos del Señor. Su salvación viene de mí. Yo, el Señor, lo he dicho” (v. 17). Está diciendo que todo lo expresado anteriormente se cumplirá en los que son sus siervos y siervas.

No temas, Dios está contigo. Cuando los sentimientos de vergüenza quieran regresar, recuerda lo que te ha dicho el Señor. No vuelvas atrás, vive el presente y sigue por el camino nuevo que el Señor trazó para ti.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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