“No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande”. Jeremías 1:6.

Jeremías recibe un llamado de Dios pero se siente incapaz de llevarlo adelante por su corta edad. “¡No sé hablar porque soy un niño!” fue su respuesta, pero según los historiadores bíblicos tendría unos veinte años en ese momento. Así que su respuesta tenía más que ver con la forma en la que él se sentía.

Observemos que antes de darle una responsabilidad Dios le dice que ya lo había elegido: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (v. 5). Según la tradición familiar Jeremías iba a ser sacerdote, pero ahora Dios lo llama a ser profeta, alguien que hablaría de parte de Él.

Ante su excusa, recibe esta respuesta: “No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca” (vs. 8-9). Jeremías, ¡ya no hay excusas!

Además, el Señor le da una promesa a Jeremías, que es la misma que nos hace permanentemente a nosotros: “Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte” (v. 19). ¡Aleluya! Si Dios es por nosotros, ¿quién en contra nuestra?

¿Te has dado cuenta al leer la Biblia de que varios de los voceros de Dios cuando fueron llamados reconocieron que no eran buenos para hablar? ¿Te has sentido así ante alguno de los desafíos que el Señor puso delante de ti? Bueno, puede ser normal sentirnos intimidados, pero no debemos dejar que eso nos haga olvidar de quién debemos depender. El poder de su Espíritu supera todas las limitaciones humanas. Si Dios llama, Él respalda.

No importa si eres un niño, adolescente, joven, adulto o anciano, si Dios te está impulsando a servirle solo te resta dejar las excusas de lado y confiar en Él. Desde el cielo, el Señor espera que te pongas en sus manos y permitas que te use para su gloria. Él te ha elegido con un propósito.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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