“Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6:11-12.

La palabra “solicitud” en griego es spoude, que está relacionado con “apresurar”. Este vocablo denota “actuar con apresuramiento, prontamente, con presteza, de prisa. La exhortación que hace el autor de Hebreos es a actuar inmediatamente en lo que tiene que ver con nuestras responsabilidades espirituales, moviéndonos con diligencia.

En este tiempo de pandemia podemos vernos tentados a postergar nuestro crecimiento espiritual. El tiempo devocional, la lectura de la Biblia, los tiempos de comunión por Zoom, los estudios bíblicos, predicaciones por videos, y otras oportunidades para crecer no pueden ser relegados para el final del día, si nos queda tiempo y si no es posible “para mañana”. Si descuidamos nuestra vida espiritual comenzamos a retroceder sin darnos cuenta.

Hebreos nos recuerda que para mantenernos seguros de que Dios es el que nos lleva adelante y sabe lo que está haciendo, debemos ser imitadores (en griego “mimeomai”, de donde proviene la palabra “mímica”, actuación, copiar, imitar) de los hermanos que han sido valientes y conquistadores de las promesas de Dios.

Las promesas de Dios no solo nos recuerdan su interés en nosotros, sino también nos dan esperanza y aliento en los momentos difíciles. Pero antes de apropiarnos de una promesa, debemos examinarnos en tres categorías: fe, obediencia y paciencia. Ninguna se desarrolla por sí sola, sino que necesitamos cultivarlas a través de la Palabra, nuestros tiempos con el Señor y dando lugar a la obra del Espíritu Santo en nuestra vida.

El Señor espera que vivamos con determinación, y nos ocupemos con diligencia de nuestro crecimiento espiritual.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

compartir por messenger
compartir por Whatsapp