“Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan”. Eclesiastés 7:21a.

¡Cuántas veces hemos pasado semanas con nuestros pensamientos enfocados en una ofensa para luego darnos cuenta que había sido un malentendido! ¿Y los malos ratos que pasamos pensando en el chisme que nos involucraba en una situación en lo que no habíamos tenido nada que ver? Ni qué hablar de esos comentarios hirientes que escuchamos sin poder defendernos. Invertimos…, perdón, ¡perdemos! mucho tiempo haciendo caso a palabras improductivas que al fin serán juzgadas por Dios. “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”. Mateo 12:36.

Otras traducciones de este versículo dicen: “Tampoco tomes en serio todas las palabras que se hablan”. “No prestes atención a todo lo que se dice”. Todos sabemos que prestar atención a este tipo de cosas nos desenfoca, nos roba la paz y nos hace perder tiempo. Entonces debemos preguntarnos seriamente: ¿Vale la pena hacer caso a todo lo que escuchamos?

No olvidemos que Satanás aprovechará cada ofensa, chismes, burla o menosprecio no solo para herirnos sino para animarnos a actuar incorrectamente. Cuántos lo han escuchado susurrar: “Eso que dijeron no es cierto, tienes que intervenir. Si tú no te defiendes, nadie lo hará por ti. ¡Vamos, saca tu orgullo y contraataca! Que sepan quién eres tú.”

Además, el enemigo es un mentiroso y padre de mentira. Usa medias verdades para que empecemos a aceptar la mentira como verdad y le pongamos toda nuestra atención (pregúntale a Eva lo que sucede cuando escuchamos a la serpiente). Siempre tiene como propósito desvalorizar tu posición como hijo de Dios y que dudes de la palabra que el Señor te dio a ti, a tu familia y a tu iglesia. Si pones tu atención en esos comentarios, comenzarás a sentirte preocupado y desanimado.

Toma el consejo de la Palabra: “No prestes atención a todo lo que se dice” y deja ese asunto que te preocupa en las manos de Dios. Si tienes que intervenir de alguna manera, Dios te lo mostrará claramente y te guiará a hacerlo de la forma correcta. Mientras tanto, pon tu confianza íntegramente en el Señor. Él ve y escucha todo y sabe poner las cosas en su lugar. ¡Invierte tiempo en escuchar lo que Dios dice de ti!

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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