“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mateo 7:24.

Al cerrar el sermón del monte, Jesús relató la parábola de los dos constructores de casas. Uno necio, que perdió su casa por no tener un fundamento firme, y el otro prudente porque supo construir sobre la roca firme.

La principal característica del constructor de la casa firme es que fue “prudente”. Esta palabra en griego es frónimos que significa “persona que ejercita su mente, que lleva su conocimiento a la práctica, que tiene visión o noción intelectual; juicioso, sagaz, sensato, sabio”. Una persona prudente piensa con cordura, toma buenas decisiones, tanto para él como para los que están bajo su cuidado. “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará.” (Proverbios 24:3).

Un cristiano prudente es aquel que no actúa movido por impulsos o emociones, que no toma riesgos innecesarios. Vale la aplicación a nuestra conducta frente a la pandemia que todavía no se ha erradicado. Si el consejo es usar mascarillas y mantener la distancia social, la prudencia nos dice que debemos actuar teniendo en cuenta la Palabra de Dios: “El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño.” (Proverbios 22:3).

Muchas veces personas más prudentes y sabias que nosotros nos darán consejos, pero también nos corregirán con madurez espiritual para evitar daños, tropiezos, errores y aun pecados. Si somos prudentes, aceptaremos esa corrección. “El necio menosprecia el consejo…; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.” (Proverbios 15:5).

Los prudentes se preparan para lo que vendrá, tanto en la vida diaria como en lo espiritual. Es interesante que Jesús usara la misma palabra frónimos para hablar de las cinco vírgenes prudentes que estaban preparadas para la venida del Esposo. “Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.” (Mateo 25:4).

Si eres prudente aplicando la Palabra de Dios, permanecerás firme como el buen edificador. “Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” (Mt. 7:25).

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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