“¿Haces tú bien en enojarte tanto?”

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:10.

No nos salteemos nunca este versículo. Hay una revelación especial de Dios para nosotros. Dice que somos “hechura” de Dios, formados con un propósito.

La palabra griega para “hechura” es el término poiema de donde se deriva la palabra castellana poema, y denota “aquello que es hecho a mano”, “un diseño realizado por un artesano”. Somos una obra maestra de Dios, la “poesía en la mente del Autor” antes de escribirla, el “diseño del Alfarero” antes de darle forma al barro. Somos únicos e irrepetibles, tenemos el sello del Hacedor en nuestras vidas.

David lo expresó de esta manera: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Salmo 139:13-16.

Pero no somos una obra terminada, estamos en construcción. Dios usa todas las situaciones que vivimos para añadir un capítulo más a su poesía. A veces puede parecernos un relato épico, otras veces una tragedia, la realidad es que Él sabe lo que está “escribiendo”. Al final del proceso nos daremos cuenta que todo ayudó a bien.

Descansa en la sabiduría del Poeta y permite que hoy haga su trabajo. “Ahora pues, oye………… (pon aquí tu nombre), siervo mío, y tú…, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío…, y tú,… a quien yo escogí”. Isaías 44:1-2.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

compartir por messenger
compartir por Whatsapp