“Y ahora Señor… danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra. Extiende tu mano con poder sanador; que se hagan señales milagrosas y prodigios por medio del nombre de tu santo Hijo Jesús. Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios” Hechos 4:29-31.

¡Qué oración poderosa hicieron estos discípulos! Estaban siendo atribulados, perseguidos e intimidados, pero ellos no oraron pidiendo tranquilidad y comodidad, sino seguir siendo usados para hablar de Cristo y que Dios respaldara sus palabras con sanidades, señales y prodigios. El deseo de sus corazones era que Dios salvara a muchos y fueran testigos de Su poder.

Es interesante la diferencia que hay en griego entre las palabras “señales” y “prodigios”. Una señal es dada para apelar al entendimiento, en tanto que un prodigio es un suceso extraordinario y maravilloso que no puede explicarse por las leyes regulares de la naturaleza y que se atribuye a la intervención sobrenatural de Dios. 

Muchas veces pasamos por situaciones tan difíciles y desesperadas que lo único que podemos decir es: “Solo Dios puede hacer un milagro”. Ahí es donde Dios hace prodigios. A veces un médico ha visto muchas señales, pero solo su corazón puede ser tocado cuando ve un prodigio en un enfermo desahuciado fruto de una oración de fe hecha en el Nombre de Jesús.

Ayer me contaron de una hermana que solamente tenía $30 para comprar la comida. Cuando recogió todo lo que necesitaba se dio cuenta que no le iba a alcanzar, pero al abrir su cartera ya no había $30 ¡sino $45!!! ¿De dónde apareció lo que faltaba? Hasta hoy no lo sabe, ¡pero pudo darle gracias a Dios, su Proveedor, hacedor de milagros!

He visto a Dios hacer milagros que dejan sin palabras y también los hizo en mi vida. Él no ha cambiado, “es el mismo, ayer, hoy y por los siglos”. Por eso quiero animarles a levantarse y hacer oraciones de fe, pidiendo que Dios haga señales y prodigios mientras seguimos confesando que Cristo es la salvación y esperanza para el mundo.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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