“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.” Isaías 58:11.

La Palabra de Dios se refiere muchas veces al Señor como nuestro Pastor. Jesús mismo dijo que Él era el buen Pastor que daba su vida por las ovejas (Juan 10:11). Los beneficios de ser pastoreados por el Señor son múltiples. Veamos algunos de ellos señalados por Isaías.

En las sequías saciará tu alma”. El profeta menciona que seremos saciados por Dios en tiempos “de sequía”. ¿Has experimentado esos tiempos en donde nada ni nadie puede satisfacer tu alma excepto el Señor? Él promete ser el agua que sacie tu sed (Juan 7:37b); el sustento que tu alma necesita en los momentos de necesidad.

Dará vigor a tus huesos”. También podemos pasar por tiempos de debilidad física, incluso cuando alguna enfermedad llega a reducir nuestro potencial. En esos momentos Dios promete darnos fuerzas y sostenernos.

Serás como huerto de riego”. Dios promete alimentarnos cada día para que los resultados de esa relación viva y profunda con Él sean evidentes a todos los que nos rodean. Aunque a nuestro alrededor todo se vea seco y sin vida, el Señor actúa en nuestras vidas para que demos fruto abundante en todo tiempo.

Manantial de aguas que nunca faltan”. El Señor es la fuente de vitalidad y abundancia en nuestra vida. Como una corriente en movimiento que fluye a través de nosotros y que salpica a los que nos rodean para que sepan dónde hallar el agua viva.

Ser una de las ovejas de Cristo es la condición más segura que existe. El Señor siempre caminará a nuestro lado y contaremos con su amoroso cuidado cada día hasta que lleguemos a salvo al hogar de nuestro Padre Celestial.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

compartir por messenger
compartir por Whatsapp