“Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar… Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro. Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra.” Nehemías 4:6,10-11.

El trabajo iba maravillosamente bien, todos trabajaban con mucho ánimo, energía y entusiasmo… pero al llegar a la mitad de la construcción, se detuvieron. Los trabajadores comenzaron a pensar en lo que les faltaba hacer y se desanimaron.

A todos nos puede pasar que lleguemos a la “barrera de la mitad” y en lugar de ver lo que logramos con la ayuda de Dios, ponemos la atención en lo que nos falta y dejamos de esforzarnos y creer.

Cuando el pueblo estaba construyendo el muro, los enemigos comenzaron a desanimarlos, a burlarse de ellos, a decirles que era muy complicado terminar la obra y también peligroso. ¡Menos mal que estaba Nehemías, el líder que siempre veía el vaso medio lleno! Él se movía con fe, valor y determinación, y sabía que Dios les daría los recursos y las fuerzas para completar la obra. “No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible”, le decía al pueblo. A partir de ese momento, los trabajadores volvieron a construir hasta que terminaron el muro.

Cada vez que nos proponemos “edificar”, ya sea nuestra vida, a nuestra familia, iglesia, amigos, vecinos y familiares, el diablo, enemigo de Dios y de su pueblo, busca desanimarnos para que dejemos todo a medias. Nehemías sabía esto y no estuvo dispuesto a aceptar las amenazas de sus enemigos ni las quejas del pueblo y les animó a trabajar. La historia nos dice que el muro se construyó en 52 días y los enemigos no pudieron entrar más a Jerusalén porque estaba protegida.

Si estás enfrentando tu propia “barrera de la mitad”, recuerda todo lo que Dios ha hecho hasta aquí por ti, sus intervenciones, sus milagros, su ayuda, su fidelidad. Ahora levántate y termina lo que empezaste. Aprópiate de las palabras de Nehemías: “El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos”. (Nehemías 2:20). ¡Toma nuevas fuerzas y sigue adelante!.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

compartir por messenger
compartir por Whatsapp