“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.” Mateo 24:40-42.

La Segunda Venida de Cristo será repentina y sorpresiva. No habrá oportunidad de reflexión, ni de arrepentimiento de último minuto. La elección que hayamos hecho determinará nuestro destino eterno.

El propósito de Jesús al referirse a su regreso no fue estimular predicciones ni cálculos acerca de la fecha sino advertirnos que debemos estar preparados.

El arrebatamiento sucederá en un día normal. La gente estará trabajando, comiendo, durmiendo, estudiando, leyendo devocionales… y “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos… los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” 1 Corintios 15:52.

¿Te has puesto a pensar que sucedería si Cristo viniera a buscarnos ahora mismo?

Si el rapto fuese hoy…

Deberíamos estar en plena comunión con el Señor. “Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad”. 1 Juan 1:6.

Deberíamos estar comprometidos con nuestra santificación, porque sin santidad nadie verá al Señor. (Hebreos 12:14).

Deberíamos estar usando nuestros talentos naturales y dones espirituales para servir al Señor, porque no podemos “enterrar” lo que se nos asignó.

Deberíamos haber arreglado toda “cuenta pendiente”. Romanos 12:18: “En cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. Como hijos de Dios debemos promover la concordia y no estar enredados en pleitos y peleas.

Deberíamos haber compartido el evangelio con las personas que están a nuestro alrededor, familia, amigos, compañeros de trabajo, de estudio, incluso con aquellos desconocidos a los que el Espíritu Santo nos impulsó a hablarles de Cristo.

Pero no podemos vivir en el “deberíamos”, tenemos que vivir y tomar decisiones aquí y ahora, como si el Señor volviera hoy.

“Entiendan lo siguiente: Si el dueño de una casa supiera exactamente a qué hora viene un ladrón, se mantendría alerta y no dejaría que asaltara su casa.  Ustedes también deben estar preparados todo el tiempo, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen”. Mateo 24:43-44.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

 

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