EVALÚA TUS BATALLAS

“Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.” 1 Samuel 30:3,6.

Este fue uno de los momentos más difíciles en la vida de David. Él y su ejército habían perdido a sus familias en manos de los amalecitas. La pregunta que nos hacemos todos al leer estos versículos es: “¿Dónde estaba David?”

En ese tiempo se estaba refugiando en la tierra de los filisteos. La Biblia no dice que él había pedido dirección a Dios para vivir en ese lugar. Aparentemente tomó esa decisión por temor a Saúl. Ahora el rey de los filisteos, el jefe de ese territorio, lo estaba convocando para unirse a su ejército y pelear contra Israel. ¡Y allí estaba David, peleando una batalla equivocada mientras su familia estaba siendo atacada por sus enemigos!

Muchas veces nos sucede como a David, nos olvidamos de pelear la batalla realmente importante: Cuidar de nuestra vida espiritual y la de nuestra familia. Entonces quedamos a merced del enemigo.

No importa si estamos en pandemia o no, las estrategias del diablo son siempre las mismas: Apagar poco a poco nuestra fe, llevarnos a depender de nosotros mismos, priorizar de manera equivocada, hasta que terminamos alejándonos de Dios.

¿Te estás dando cuenta de las estrategias que está usando el diablo? ¿Puedes percibir que cada vez se ora menos y se lee y estudia menos la Biblia? ¿Le estás dedicando tiempo a tu familia? ¿Sabes lo que tus hijos ven y comparten en las redes? ¿Cuándo fue la última vez que oraste con ellos y por ellos?

No debemos esperar a que el enemigo arrase con nuestra vida y nuestro hogar, como le pasó a David, para hacer algo. A veces es posible, pero otras veces es demasiado tarde.

Fortalécete en Dios. Evalúa tus batallas. Hay algunas de ellas que tal vez sean enredos del enemigo para distraerte de los asuntos que son eternos. Presta atención a tu familia y ajusta lo que sea necesario para fortalecerla en fe y dependencia de Dios. Cuida tu relación con el Señor.

Pastor Pablo Giovanini

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