“¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lucas 2:14.

¡Qué difícil es vivir sin paz! Casi a diario surge algo nuevo que inquieta nuestra mente y corazón, sin embargo, leemos en la Biblia que el mayor problema que tenemos como seres humanos es no tener paz con Dios.

Nacemos apartados de Dios, el pecado nos alejó de Él y aunque tratamos de hacer las paces a través de sacrificios o buenas obras, no lo logramos. No importa cuántas buenas acciones intentemos añadir a la lista, nuestra conciencia sigue intranquila.

La verdadera paz solo se consigue a través de una relación con Jesús. Cuando recibimos a Cristo como nuestros Salvador, Él perdona todos nuestros pecados y restaura nuestra relación con Dios, entonces sí podemos experimentar verdadera paz. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (Romanos 5:1).

Además, Jesús prometió darnos paz en medio de las situaciones más desafiantes. “Mi paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).

A veces, puede parecer que somos víctimas de este mundo tan estresante, pero en realidad, como hijos de Dios, podemos elegir vivir con paz.

Toma tiempo para meditar si tu alma está en paz con Dios. Si eso es cierto, debes tener la confianza de saber que todo está bajo su control. Sus planes dependen de su sabiduría perfecta. En su soberanía ejerce su perfecta voluntad. Eso nos ayuda a descansar sabiendo que Él está reinando sobre nosotros. Si es así, su paz se manifestará en todo nuestro ser.

Que en momentos difíciles puedas recordar y hasta cantar “Al mundo paz”. Somos los portadores de una paz que el mundo no conoce pero que necesita con urgencia.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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