“Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.” Salmo 31:24.

David termina este Salmo animando a otros a encontrar lo que él había encontrado en Dios y les pide que no cedan al desaliento sino que pongan su confianza en la fidelidad, amor y justicia del Señor.

A través de las palabras de David sabemos que esperaba que Dios fuera su salvación, su guía, su redención, su protección, el que trajera liberación y renovara sus fuerzas. Por favor, lee todo el Salmo y dime si muchas veces nuestras peticiones no son las mismas.

– “Sácame de la red que han escondido para mí” (v. 4).

– “Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo” (v. 9).

– “Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido” (v. 10).

– “No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado” (v. 17).

El salmista nos exhorta a tomar “aliento”. Esta palabra en hebreo es amats que significa “estar alerta, mantenerse de pie con valor, esforzarse, hacerse fuerte, afirmar lo que hemos creído”. Este nuevo aliento que llega a nuestro corazón nos mueve a esperar con expectativas lo que Dios hará. No es una espera pasiva sino activa. Mientras esperamos su respuesta, vislumbramos lo que Dios está por hacer y seguimos hacia adelante.

¡De Él viene nuestra salvación! ¡Pronto la veremos!

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

compartir por messenger
compartir por Whatsapp