“Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él.” Salmo 34:8.

El salmista alaba a Dios por sus obras y anima al lector a experimentar lo mismo que él estaba sintiendo. Nos dice que debemos “gustar” a Dios. Esta palabra en hebreo es taám y significa “probar, percibir”. Podemos escuchar muchos argumentos a favor o en contra de la bondad de Dios, pero la única manera de tener una opinión propia es experimentando su bondad.

Si no eres argentino, puedo explicarte detalladamente qué es un alfajor: Dos galletas dulces unidas en el medio por una buena cantidad de dulce de leche y finalmente cubiertas de chocolate. Si nunca probaste un alfajor, ahora puedes imaginarte de que se trata, pero solo si lo saboreas ¡no podrás parar hasta acabártelo! Más que darte explicaciones, tienes que usar tus sentidos para disfrutarlo.

El salmista también nos exhorta a “ver” a Dios. En hebreo es la palabra raá que además de “mirar”, también significa “atender, buscar, considerar, contemplar, discernir, entender, examinar, explorar, reflexionar”. Expresa la idea de usar la vista con el fin de comprobar y analizar minuciosamente. Así que además de experimentar a Dios, también podemos reflexionar acerca de sus obras y los resultados de sus intervenciones sobrenaturales.

Gustar y ver son dos verbos que implican el uso de nuestros sentidos. Necesitamos encuentros personales con el Señor para poder experimentar los beneficios de estar en su presencia. Interactuar espiritualmente con el Señor llena nuestro corazón de paz y gozo.

Los hijos de Dios tenemos uno de los más grandes privilegios que se nos haya concedido, el derecho, la confianza y la libertad de entrar a la presencia del Señor en cualquier momento. Aprovecha este privilegio y pasa tiempo con Él. El Señor quiere conversar contigo, corazón a corazón, sobre cualquiera y todos tus asuntos.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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