“Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”. 2 Corintios 3:3.

Cada creyente es como una “carta” (epístola en griego) de Cristo, escrita por el Espíritu Santo en su corazón. El mismo Espíritu que inspiró las Escrituras es el que la aplica ahora en el corazón de cada creyente. Eso significa que a través de nuestro carácter, palabras y conducta manifestamos la Palabra de Dios. ¡Somos una Biblia abierta a los demás!

Recordemos, por ejemplo, la epístola a los Romanos. Allí habla de la salvación por la fe, del gozo de una relación profunda con Dios, la transformación diaria de nuestro entendimiento, la conducta irreprensible del creyente, la comunión manifestada por el verdadero amor… Cuando alguien lee esa carta, debe ver lo mismo en nuestra vida. Pablo dice que somos cartas de Cristo “conocidas y leídas por todos los hombres” (v. 2).

Simbólicamente hablando, si hoy Cristo quisiera enviarle una carta a alguien que está pasando momentos difíciles, ¿cómo lo haría? A través de nosotros. Si el Señor quisiera enviarle un mensaje de amor y fe a un enfermo, ¿no lo haría a través de nosotros que somos sus cartas abiertas? Si quisiera enviar un texto a alguien que está perdido y necesita ser salvo, obviamente lo haría a través de nosotros. Por supuesto, el mensaje que leen en la Biblia y ven en nuestra vida debe ser el mismo; nunca puede haber discrepancias. Quiera Dios que nunca lean un texto diferente al declarado en Su Palabra.

¿Qué versículos de la Biblia pueden ver en ti? ¿Son solo textos de justicia o también reflejan el amor y misericordia del Padre Celestial? ¿Manifiestan la gracia de Dios en tiempos de crisis? ¿Se evidencian palabras de verdad dichas en amor? ¿Pueden otros “leer” en nosotros sobre la paz de Jesús en medio de la desesperación?

Que el Señor nos ayude a ser una Biblia abierta al mundo que necesita una palabra de salvación, de fe, de esperanza, de amor, de gracia y misericordia. Que otros puedan “leer” a Cristo a través de tu vida.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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