“Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lucas 18:8.

Esta declaración aparece al final de la parábola de la viuda y el juez injusto. El propósito de este relato fue animar a sus oyentes a orar siempre y no desmayar. La oración es fundamental para mantenernos firmes en la fe.

La pregunta que hace el Señor en este versículo cobra mucho más sentido en la medida que nos estamos acercando a los últimos tiempos. Una de las señales es que “el amor de muchos se enfriará” y otros tantos “apostatarán de la fe”. ¿No estamos siendo testigos de esto? Si el Señor viniera hoy, ¿hallaría verdadera fe en la tierra?

Si nuestra fe está basada en la inmediatez de las respuestas a nuestras peticiones, podemos perderla en cualquier momento. La verdadera fe sabe esperar en Dios hasta las últimas consecuencias.

Si amoldamos nuestra fe al sistema, comenzamos a perderla. El mundo, regido por Satanás, tiene principios contrarios a los del Señor. El enemigo es el padre de la mentira y su objetivo es que rechacemos la verdad de Dios. Por eso el apóstol Pablo nos aconseja en Romanos 12:2ª: “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas…”.

También la Biblia dice que en los últimos tiempos habrá muchos falsos profetas y falsos maestros que harán apartar a la gente de la verdad y la fe. La misma Iglesia de Cristo simbolizada con la iglesia de Laodicea se volverá tibia en su relación con Dios.

Judas, el hermano de Jesús, nos exhorta a contender ardientemente por la fe: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (1:3).

Sólo la fe verdadera persevera a pesar de las dificultades, los obstáculos y la oposición. Te pregunto: ¿Cómo está tu fe?

Que todos los que esperamos confiados la venida del Señor, seamos hallados con una fe viva y arraigada en Su Palabra. “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma”. Hebreos 10:39.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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