«Amado Dios, me rindo ante ti, reconociéndote como mi rey, mi señor y salvador. Amado padre, tú eres mi único salvador, creo fielmente en ti, en tu poder, tu deidad, tu autoridad.  Hoy te pido de forma especial para que tu poder sobrenatural opere en mi vida, quiero ser testigo de tu milagro, porque confío en ti como único dueño de mi vida, capaz de hacer que las cosas imposibles sean posibles. Amado señor, hoy pido para que en tu infinita misericordia concedas ese milagro que tanto anhela mi corazón. Confío en que lo harás porque el poder sobre natural se manifiesta en mi vida, en el nombre de tu amado hijo, ¡Amén!»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp