«Mi bendito Padre amado, en esta hora, anhelo volver a sentirte, te necesito con emergencia. Por eso, rindo mi corazón ante ti y te pido por favor que me llenes y me permitas hoy llegar a nuevos niveles de intimidad, donde pueda conocer algo nuevo sobre ti, que me permita enamorarme más de ti. Reconozco que tú eres mi única fuente saciable de agua viva para mi alma y por ello, admito mi necesidad constante de ti y de tu gloria. Te pido por favor, que sacies hoy mi sed de ti y que me dejes ser como una ofrenda viva ante ti, amén.»

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