“Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles.” Marcos 6:48.

Las intervenciones sobrenaturales de Dios se hacen patentes cuando sus hijos están pasando por necesidades. Así sucedió en esta historia. El milagro fue extraordinario: ¡Jesús caminó sobre el agua!

Los apóstoles llevaban bastante tiempo remando con el viento en contra. El Señor les había pedido que cruzaran al otro lado, pero sus esfuerzos parecían inútiles. El viento soplaba más fuerte, a tal punto que parecían estancados en medio de la tormenta. Sin embargo, es importante notar, que no retrocedieron.

Marcos dice que Jesús vio que remaban con “gran fatiga”. Esta palabra en griego es basanízo que significa “afligido, atormentado, agobiado”. El sentimiento de los discípulos era de agobio y frustración por no poder avanzar. Toda su experiencia en el mar parecía no servir de mucho en ese punto.

¿Has llegado a sentirte como los discípulos? ¿Estás pasando por situaciones difíciles y nada parece mejorar? Jesús sabe cómo te sientes. Él no solo está viendo tu fatiga y aflicción, sino que también ¡intervendrá a tu favor!

El Maestro llegó en el momento justo para ayudar a sus discípulos. De pronto… ¡se adelantó! ¿A dónde va Jesús? ¿Nos dejará solos? Por supuesto que no. Jesús se subió al barco y calmó la tempestad en un segundo. ¡Aleluya! Él nunca llega tarde, sus tiempos son perfectos y sigue cumpliendo sus propósitos en medio de nuestras tormentas.

Jesús tiene el control de tu tempestad, y si clamas a Él se asegurará de que llegues a puerto seguro.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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