«Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra vuestras vendas mágicas con que cazáis las almas; yo las libraré de vuestras manos…»  Ezequiel 13:20

Dios se manifestó como el Todopoderoso a su pueblo Israel, sin embargo, ellos muchas veces pusieron su confianza en personas u objetos y no en Él.

Una situación que desagradó terriblemente a Dios fue el uso de “vendas mágicas”. Los israelitas habían copiado a los babilonios que hacían brazaletes con juramentos para obligar a las personas a hacer su voluntad o controlar a sus víctimas. ¡Increíble! El pueblo de Dios metido en ocultismo.

Una venda mágica es todo aquello en lo que depositamos nuestra confianza con la esperanza de que nos resuelva una situación. Pueden ser objetos que tienen una representación simbólica de poder, un ídolo que se interpone entre Dios y nosotros produciéndonos esclavitud emocional y espiritual.

Hoy hay muchas formas de “vendas mágicas”. Supersticiones y cábalas, como levantarse con el pie derecho, tener miedo a un martes 13, huir de los gatos negros, no pasar por debajo de una escalera. Amuletos como el trébol de cuatro hojas, gatos japoneses de la fortuna, cintas rojas, la red cazadora de sueños. Objetos para atraer “buena energía”, como las pulseras de cobre, piedras, pirámides, inciensos. Objetos que “dan suerte” como una herradura, una pata de conejo. Ay…

La Biblia es muy clara con respecto a todo este tipo de cosas. Dios específicamente le dice al pueblo que no debía haber nadie que practicara adivinación, ni que fuera agorero, sortílego, hechicero, encantador, mago, adivino, ni quien consulte a los muertos. Todo esto es abominación para Dios (ver Deuteronomio 18:10-12). ¡Y atentos con esto… ni los signos del zodíaco! (ver 2 Reyes 23:5).

Las vendas mágicas le dan el control de nuestra vida al diablo. Nuestro deber es no involucrarnos con nada que esté relacionado con todas estas cosas. La Biblia nos dice que no participemos en las obras infructuosas de las tinieblas, al contrario, debemos reprenderlas (ver Efesios 5:11).

¡Evita las tinieblas y resplandece con la luz de Jesús siempre!

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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