«Amado Dios bueno y misericordioso, al finalizar este día, quiero entregarte todo lo que soy y todo lo que tengo, mis pensamientos, mis palabras, mis obras, mis sentimientos, mis deseos, mis proyectos, mis sueños. Quiero ponerlo todo en tus manos, sabiendo que tú lo puedes todo, que tú lo sabes todo, y que tienes cuidado de mi vida y la de mi familia. Quiero confiar en tu providencia Divina y en tu amor, sabiendo que tú cuidas de mí y de los míos, y que tú nos das lo que necesitamos y lo que nos conviene. Permíteme por tu santa voluntad que pueda dormir tranquilo, sabiendo que tú estás conmigo y que no me abandonas. Amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp