“Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida”. Job 23:12.

¿Has contado alguna vez cuántas veces aparece la frase “guardar su Palabra” en la Biblia? Yo había empezado a contarlas, pero cuando estaba cerca de cincuenta, perdí la cuenta. Para todos los hombres y mujeres de la Biblia, lo más importante para que les fuera bien en todos sus caminos era guardar Su Palabra.

En hebreo, guardar es el vocablo tsafán que significa “proteger, preservar, cuidar”. Da la idea de atesorar lo que dice la Biblia en el corazón, proteger la Palabra para que no se corrompa, preservarla intacta, resguardarla para que nadie la robe. Frente a tantas tergiversaciones, y cuando muchos buscan acomodar la Palabra a sus gustos y preferencias, cada verdadero hijo de Dios debe defenderla y vivirla. “No añadan ni quiten una sola palabra de lo que yo les mando, sino cumplan los mandamientos del Señor su Dios, que yo les ordeno observar” (Deuteronomio 4:2).

Es interesante la comparación que hace Job cuando alude a cuidar las Palabras de la boca de Dios: “Más que mi comida”. Cuando alguien es menesteroso, su meta diaria es obtener comida para sobrevivir, pero Job dice que prefería la Palabra de Dios antes que la comida, que se preocupó de cuidar la Palabra más que a sus graneros. Podía privarse varios días de su sustento material, pero no podía vivir sin el alimento espiritual diario. Job tenía hambre de las palabras que salen de la boca de Dios.

Cuando Jesús fue tentado por el diablo para que convirtiera piedras en pan, la respuesta del Señor fue: “Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4). Si algo no te tiene que faltar diariamente es Su Palabra, es vital.

¿Quieres que los caminos de tu juventud sean siempre limpios y claros? Guarda su Palabra (Salmo 119:9).

¿Quieres prosperar en todo lo que emprendas? Guarda su Palabra (Deuteronomio 29:9).

¿Quieres ser preservado y no descarriarte? Guarda su Palabra (Salmo 119:67).

¿Quieres ser una persona bienaventurada, muy feliz? Guarda su Palabra (Lucas 11:28).

¿Quieres vivir por la eternidad libre de condenación? Guarda su Palabra (Juan 8:51).

¿Amas a Jesús? Guarda su Palabra (Juan 14:23-24).

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
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