«Amado Padre celestial, te doy gracias por tu gran amor por mí, porque a pesar de que te fallo y me aparto de ti, tú siempre permaneces fiel, cuidándome y proveyendo todo lo que necesito. Gracias por mi trabajo, por mi familia, por los alimentos, por la salud y por nuestro hogar. Ahora que mi jornada diaria llega a su fin y me dispongo a dormir, entrego ante ti todas mis preocupaciones y problemas, confiando en tu provisión Divina y te ruego que me permitas tener un descanso en bendición, en el Nombre de Jesucristo mi Señor, amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp