«Señor mi Dios, te doy gracias porque en todo tiempo has sido bueno y porque me has amado con amor eterno. Perdona hoy mis pecados y mis transgresiones, y por favor, lávame en la sangre de Jesucristo, tu amado hijo, para ser agradable ante tu presencia. Rindo a ti mi vida y mi corazón reconociendo que, aunque te fallo constantemente, necesito de ti, de tu presencia y de tu dirección cada día porque sabes lo que es mejor para mí. Ahora que me preparo para ir a dormir, te pido que me des un buen dormir y un descanso reparador, amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp