“Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.” Isaías 33:22.

Los que tenemos una ciudadanía celestial no estamos exentos de sufrir injusticias en esta vida, sin embargo, nuestros casos no dependen únicamente de los tribunales humanos. ¡Dios es nuestro juez! Desde su trono el aplica su justicia y marcara la diferencia entre los que confían en Él y los que no.

La palabra juez en hebreo es shafat que significa “juzgar, pronunciar sentencia, vindicar o castigar, litigar una causa, contender, defender, juzgar”. Uno de los atributos de Dios es ser perfectamente justo. No pasa nada por alto y las sentencias que ejecuta son perfectamente justas.

Su modo de operar es distinto al de los tribunales humanos. Hay casos que para nosotros deberían resolverse en un día, pero Dios da tiempo para el arrepentimiento. Incluso podemos llegar a pensar que Dios solo aplicará su justicia el día del Juicio Final, sin embargo, Dios está juzgando aquí y ahora.

Un día toda persona comparecerá delante del Juez. Los creyentes en el Tribunal de Cristo para recibir las recompensas por nuestro servicio al Señor (2 Corintios 5:10), y los pecadores delante del Gran Trono Blanco para ser juzgados (Apocalipsis 20:11-15). Allí nadie podrá torcer las leyes de Dios.

El apóstol Pablo tenía su confianza puesta en la justicia de Dios a tal punto que en sus últimos días de vida declara: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” (2 Timoteo 4:8). ¡Aleluya! ¡Estás involucrado en sus palabras!

Si estás siendo objeto de alguna injusticia, pon tu caso delante del Señor y confía en su justicia perfecta. Todo está siendo anotado en los libros de Dios y podemos estar seguros de que todo será juzgado.

Isaías termina diciendo: “Él mismo nos salvará”. Descansa, el Señor está trabajando de acuerdo a sus leyes. Confiesa su nombre ante las dudas o el desánimo y espera en Él. “¡Jehová Shafat!”

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
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