“Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.” Salmo 59:16.

Cuando David escribió estas palabras se encontraba huyendo de Saúl quien lo buscaba para matarlo. Aunque David reconoce que se ha sentido angustiado, también dice que en medio de su aflicción cantaría del poder de Dios y “alabaría de mañana su misericordia”.

La palabra que usa aquí el salmista para “alabar” en hebreo es ranán que significa “emitir un sonido estridente, gritar de alegría; alegrar, aplaudir, cantar, clamar, gritar de gozo, júbilo, regocijarse”. Así empezó David su mañana después de escapar de Saúl. Déjame preguntarte: ¿Cómo empiezas tus mañanas?

Nuestra perspectiva cambia cuando comenzamos cada día con una actitud de alabanza, reconociendo la misericordia de Dios. Es cierto que pasamos por situaciones difíciles, pero nunca sabremos de cuántas el Señor nos libra día a día. ¡Cada mañana Él nos renueva su misericordia! “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” (Lam. 3:22-23).

Cuando alabamos a Dios manifestamos que nuestra confianza está puesta en el Señor. “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. (Is. 30:15).

Cuando alabamos a Dios estamos creyendo en sus planes perfectos. “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.” (Sal. 139:14).

Cuando alabamos a Dios recordamos su fidelidad. “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.” (2 Timoteo 2:13).

Comienza tu día alabando a Dios y verás que tu fe comienza a crecer y tendrás la seguridad de que Él obrará en medio de tus desafíos.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Libro de devocionales «Tiempos de Refrigerio»
Adquiera el libro en Amazon

compartir por messenger
compartir por Whatsapp