“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7

Timoteo necesitaba un empujón para avanzar. Las “pasiones juveniles” lo asediaban como a cualquiera, y tal vez su juventud era menospreciada por muchos cristianos mayores. Frente a tanta presión, Pablo le exhorta a no tener nunca un “espíritu de cobardía”. La palabra cobardía en griego es deilós que significa “timidez, temor, miedo, amedrentarse, avergonzarse, tener pavor”.

El ambiente en el que se movía Timoteo no era fácil, y tampoco el nuestro. Aunque siempre esperamos tiempos mejores, entiendo por la Palabra de Dios que no será así, sino que las cosas se pondrán cada vez peor. Sin embargo, la Iglesia de Cristo está llamada a ser siempre luz en las tinieblas, y sal en un mundo corrompido, por lo que no podemos actuar con un espíritu de “cobardía”.

Cuando recibimos a Cristo como Salvador, el Espíritu Santo viene a morar a nuestro espíritu y nos capacita de manera sobrenatural para enfrentar con valor cualquier situación. El apóstol Pablo menciona tres de estas capacitaciones:

  1. Poder. Dynamis: “Fuerza de todo tipo; específicamente poder milagroso; eficacia, capacidad, potencia”. ¡No hay nada que nos puedas detener con su poder!
  2. Amor. Agápe: Amor que viene de Dios. Es sacrificial, abnegado, incondicional, da sin esperar nada a cambio. Es un amor inalterable.
  3. Dominio propio. Sofronismós: “Ser disciplinado; control de uno mismo, templanza”. El Espíritu Santo nos ayuda a ser equilibrados al estar bajo su control.

¿Te has dado cuenta que el mismo Espíritu Santo que estaba en Pablo y Timoteo está también dentro de ti? ¡Maravilloso! Los efectos serán los mismos en tu vida si diariamente estás sujeto a su guía, consejo, capacitación y obediencia a la Palabra de Dios.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Libro de devocionales «Tiempos de Refrigerio»
Adquiera el libro en Amazon

compartir por messenger
compartir por Whatsapp