“He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.” Isaías 40:10.

Cuando servimos al Señor, una de las estrategias del diablo para desenfocarnos, debilitarnos y hacernos desistir es desanimarnos. Comenzamos a pensar que nada produce resultados, que las oraciones no tienen respuesta, que lo que sembramos cae en tierra de pedregales, que a nuestras palabras se las lleva el viento…

Dios nos conoce, sabe cómo nos sentimos, por eso en momentos críticos nos recuerda una promesa, nos da una palara de ánimo y nos renueva las fuerzas para seguir adelante. Todos necesitamos una palabra de aliento porque hay mucho camino por recorrer, muchas montañas que escalar, muchos valles que cruzar.

A través de Isaías, hoy el Señor nos recuerda que cuando hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance, Dios hará lo sobrenatural, “vendrá con poder”. Muchas veces nos cansamos de tratar de hacer lo que solo Dios puede hacer. Nosotros no hacemos milagros. No transformamos a nadie. No somos la fuente de provisión. ¡Solo Dios es el Todopoderoso! No solo es agotador tratar de tomar su lugar sino que nos destruye. Hay una viejo refrán que dice: “El que se mete a redentor, muere crucificado”. Cuidado, nosotros no podemos hacer las obras que solo hace Cristo.

Nuestra parte es confiar en Él, entonces veremos su “brazo enseñorear”, tomar el control, dirigirnos hacia adelante. Eso nos da descanso. Nos recuerda que Alguien mayor que nosotros está en control de todas las cosas.

Si somos obedientes y servimos al Señor con fidelidad, entonces veremos la última parte de este versículo cumplida en nosotros: “su recompensa viene con él”. El Señor nos recuerda que nada de lo que hagamos para Él se quedará sin su recompensa eterna. Dios es justo y sabe galardonar a cada uno según su obra.

No permitas que el cansancio, la monotonía o la resignación invadan tu corazón. Cristo viene pronto y tu recompensa con Él. Nada de lo que haces es en vano. Un día verás los frutos que ha producido una palabra tuya, una acción solidaria, una ayuda oportuna. “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” (Gálatas 6:9). No desmayes, hay recompensa para tu trabajo.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Libro de devocionales «Tiempos de Refrigerio»
Adquiera el libro en Amazon

compartir por messenger
compartir por Whatsapp