El Juzgar a tu hermano, es No poder Despegar aún

Lucas 6:41

¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

Es imposible poder ver algo microscópico en una persona a distancia y muy posible poder ver el gran trozo de madera en mi ojo y no solo verlo, es más bien sentirlo y que no me deja accionar y esto me debe llevar a pedir ayuda por ese sufrimiento que tengo.

De manera que esa será mi medicina, y eso mismo pasa cuando te comparas los males tuyos con los ajenos, resulta ser que los ajenos vienen a ser menores que los tuyos posiblemente.

No es tiempo de Juzgar a tu hermano o hermana que le cree a Dios y espera posible un milagro de El y tu como no crees en milagros ni en cosas sobrenaturales, entonces llenarás tu boca de vanas explicaciones de ciencia y ficción que solo tu mismo te crees.

Deja a tu hermano que cree en las escrituras dejadas y que dan testimonio de Jesucristo y que él quiere activar cada palabra creyendo que así será.

Si tu no crees, sencillo, sigue en tu misma forma de pensar, pero no critiques al otro, no lo juzgues, pues su todo es Jesucristo quien dio su vida por sus pecados y que ya cumplió la ley como humanos no podemos cumplir, pero en Jesús somos hallados justificados por la fe y tenemos paz para con Dios por medio de Jesucristo.

Lee bien este enunciado:

Lucas 6:46 ¿Por qué me llamas Señor Señor y no hacéis lo que yo digo?

Ahora lean este otro enunciado:

Juan 14:10-14

Reina-Valera 1960

10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

No tienes por que estar como un avión diseñado para volar y que por desperfectos mecánicos que no quieres atender de sometimiento a reparación por el mecánico de mecánicos y así reparar el fuselaje y puedas despegar un día y surcar los aires y llevar bendición a donde te dirijas con esa velocidad y visión y alabarás a Dios desde las alturas .

No es lo mismo creerle a Dios cuando andas caminando en la tierra, que creerle a Dios cuando andas volando en los aires, necesitas esa fe para estar allá arriba y más que eso llegar a casa aeropuerto y ser bendición, transportando semillas de su Gloria e incentivando a esa fe en El que tu transportas.

El que se queda en tierra y no vuela es el que esparce más semillas que dan poco fruto o no lo dan porque su juzgamiento hacia los que vuelan es debido a eso que ellos desearían y no tienen por no someterse al mecánico.

Recuerdo en mi pueblo natal Tela, que en el aeropuerto en los años 80s estuvo un avión allí varado por años un Hércules C-130 y allí todos mirábamos esa gran nave en ese viejo aeropuerto, aquel avión que ni color tenía, ya que el sol y el salitre le dañaron su pintura, y solo era objeto de mirarlo y algunos movían la cabeza y decían: que desperdició de avión, estar allí en ese aeropuerto que también estaba cancelado.

Un día lo repararon y lo hicieron despegar aunque fuese para su morada final.

Así mismo es en la vida Cristiana, se trata de volar pues para eso has sido diseñado y en el peor de los casos, si no quieres volar, pues usa las ruedas y Puedes dar vuelta alrededor del aeropuerto, pero por favor, trata de no obstaculizar el tránsito de los que van a despegar o aterrizar.

Dr. Mauricio Loredo