“El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que mira su cara en un espejo y en cuanto se va, se olvida de cómo era”. Santiago 1:23-24

Cada mañana nos miramos al espejo y tratamos de arreglar lo que no se ve bien en nosotros. Nos lavamos la cara, nos peinamos… Por supuesto, físicamente hay cosas que podemos mejorar y otras que son imposibles… Sin embargo, ahí estamos, sin saltarnos ni un solo día. Ahora, ¿no sería extraño solo mirarnos al espejo y no modificar aquello que vemos mal?

Santiago nos presenta esta comparación para hablarnos acerca de lo que nos puede pasar si solo leemos o escuchamos la Palabra de Dios y no hacemos nada con lo que el Señor nos enseña. Hay pasajes que nos motivan a seguir adelante, otros que nos exhortan a cuidar nuestra vida espiritual, o abandonar el pecado, a someter nuestro carácter al Espíritu Santo para parecernos más a Cristo. ¿Qué estamos haciendo con esas verdades?

Cuando te ves despeinado, no esperas a que abra la peluquería para que hagan algo. Cuando Dios te habla por su Palabra, la obediencia debe ser inmediata, no puedes esperar a que reabran las iglesias para comenzar a hacer cambios en tu vida. Se requiere de una acción inmediata.

Tampoco deberíamos mirarnos en el espejo de la Palabra para pensar en los cambios que otros tienen que llevar a cabo. La actitud correcta es “recibir con humildad el mensaje que Dios nos ha dado” (v. 21), y aceptar que el Señor nos siga perfeccionando.

Si al miramos en el espejo nos vamos a comparar con alguien, que sea con Cristo. Él es el modelo terminado. Dice 2 Corintios 3:18: “Por tanto, todos nosotros, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor”.

¿Puedes ver a Cristo a través de tu imagen, tu conducta, tus palabras, incluso de tus pensamientos? Cuando lees la Biblia, ¿le pides a Dios que te ayude a obedecerla? ¿Tratas de responder de inmediato? Si es así, entonces estás en el camino de la transformación, y cuando llegue el gran día de nuestro encuentro con el Señor, le podrás ver cara a cara.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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