“Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti?” Jueces 4:14.

En los tiempos de los jueces, Israel había entrado en un círculo vicioso. Servían a Dios mientras gozaban de cierta estabilidad y prosperidad, pero luego se volvían a los ídolos. Dios permitía que naciones vecinas los oprimieran para que se arrepintieran, clamaban a Él y les enviaba un juez libertador. Pero con el paso del tiempo volvían nuevamente a los ídolos y así se repetía una y otra vez la misma historia.

En este pasaje vemos que quien lideraba espiritualmente a Israel era Débora, una profetisa que Dios había levantado para restaurar a su pueblo. En ese momento estaban clamando por liberación de Jabín, rey de Canaán, y el Señor usó a Débora para nombrar capitán del ejército israelí a Barac. Sin embargo, él no se sentía seguro de poder llevar adelante esta tarea, entonces le pidió a Débora que le acompañe a la guerra, de otro modo no iría, y ella aceptó.

El ejército enemigo era muy superior en número y esto acobardó a Barac, pero Débora le animó con estas palabras: ¡Levántate, porque este es el día en que Jehová te da la victoria! Entonces Barac salió a pelear y Dios le dio una victoria aplastante. “Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército… cayó a filo de espada, hasta no quedar ni uno.” ¡Ni uno! No dejes de leer toda la historia para conocer todos los detalles a esta épica victoria. (Jueces 4 y 5).

¿Te sientes hoy como Barac? Quizás este devocional encierre palabras de aliento como las que Débora le habló para animarle a confiar en Dios.

Quizás estés enfrentando un gran desafío y tu alma se sienta desfallecer porque no sabes cómo solucionar esa situación. Si pones tu confianza en tus recursos o habilidades puede ser que las cosas empeoren, pero si te apoyas en el Señor y crees que “Jehová ha salido delante de ti” para ayudarte en tu necesidad, Él te dará la victoria.

El Señor se goza en dar evidencias de su poder por medio de la vida de sus hijos. La clave es mirar más allá de nuestras limitaciones y confiar en la suficiencia perfecta de Jesucristo.

En medio de nuestras luchas, necesitamos recordar esta promesa: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. (Isaías 41:10).

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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