“Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia.” 1 Reyes 10:9.

La reina de Saba había viajado desde Etiopía para conocer a Israel. Vino con su comitiva trayendo muchos regalos para el rey Salomón. Ella se quedó sin aliento al ver lo que estaba sucediendo en un país que había puesto a Dios en primer lugar. “Y cuando la reina de Saba vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada.” (vs. 4-5).

Ella, que no pertenecía al pueblo de Dios, manifestó la clave de la prosperidad de Salomón: “Jehová se agradó de ti para ponerte en el trono”, y añadió: “para que gobiernes con justicia y rectitud”. ¡Esta mujer estaba hablando de parte de Dios!

La palabra “agradar” en hebreo es kjaféts que significa “inclinarse a, amar, aprobar, deleitarse, complacido, querido, con favor”. Dios tenía su corazón inclinado hacia Salomón porque le había buscado de todo corazón. Apenas heredó el trono de su padre, le pidió un corazón entendido para gobernar al pueblo y Dios se agradó de su petición. No solo le concedió sabiduría, sino todo lo que no había pedido: riquezas, gloria, fama, paz y prosperidad.

Dios siempre bendice al que le agrada. El mismo Salomón escribió: “Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo” (Eclesiastés 2:26). Entonces, el secreto está en agradarle a Dios en todo momento. ¿Cómo hacerlo? Por favor, toma un tiempo para leer algunos pasajes bíblicos y saca tus conclusiones:

“Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada.” (1 Crónicas 29:17).
“Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza. Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey.” (Salmo 69:30-31).
“El peso falso es abominación a Jehová; mas la pesa cabal le agrada.” (Proverbios 11:1).
“Abominación son a Jehová los perversos de corazón; mas los perfectos de camino le son agradables.” (Proverbios 11:20).
“Hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio.” (Proverbios 21:3).
“Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.” (Romanos 8:8).
“Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.” (Hebreos 10:38).
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios.” (Hebreos 11:6).
“Y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.” (1 Juan 3:22).

Si decidimos agradar a Dios de corazón, el Padre celestial se sentirá complacido por nuestra fidelidad y Su mano será notoria sobre nuestra vida.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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