“Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía”. Hechos 11:26.

Los seguidores de Jesús comenzaron llamándose “discípulos”, “los del Camino”, “creyentes”, “hermanos” y “santos”. Fueron las personas fuera de la iglesia que le pusieron el mote de “cristianos”. Esta palabra en griego es jristianós que significa “seguidor de Cristo”.

Los eruditos bíblicos dicen que la gente de Antioquía era famosa por poner sobrenombres a las personas en sentido despectivo, pero lo que comenzó como una burla y desprecio hacia los cristianos, terminó siendo una forma maravillosa de llamar a los verdaderos seguidores del Redentor de la humanidad.

¿Cuántos motes has recibido por ser un hijo de Dios? Tal vez hayas escuchado algunas expresiones muy desagradables. En Pehuajó, la querida ciudad donde me crié, la frase más burlona para llamar a los cristianos era “los aleluyas”. Ibas por la calle y la gente te gritaba en la cara: “¡Eh, aleluya!”. Desde niño aprendí que esa era una palabra para alabar a Dios, así que cada vez que alguien me gritaba ¡Aleluya! yo le contestaba ¡Gloria a Dios! Con el tiempo se aburrieron de llamarme así; incluso muchos de los burladores terminaron aceptando a Cristo como Salvador y alabando a Dios con la expresión “¡Aleluya!”

En nuestro contexto actual, tal vez las expresiones que hagan alusión a los cristianos sean “los de mente cerrada”, “los intolerantes”, “los irracionales” y otras frases parecidas. Recuerda que la filosofía de este mundo está regida por el “dios de este siglo”, el diablo, que influye sobre cada sector de la sociedad. Por eso no debemos olvidar que nuestra lucha no es contra las personas sino contra el diablo y sus principados que pelean contra la verdadera Iglesia de Cristo.

Las burlas y expresiones peyorativas vienen de corazones con conciencia culpable y cargados de resentimiento. Muchos no soportan a quienes viven de acuerdo con altos estándares de moralidad y ética y manifiestan su oposición ridiculizándolos, pero ¡jamás te avergüences de ser un verdadero cristiano! Recuerda las palabras del apóstol Pablo: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16a). ¡Aleluya, soy cristiano!

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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