Durante uno de los tramos del viaje Egipto-Canaán, el nivel de estrés de Moisés se elevó al máximo. El pueblo se había desenfrenado adorando y celebrando a un becerro de oro que había hecho Aarón, y seguían con sus murmuraciones por la falta de agua y comida. La presión de mantenerlos en el desierto con vida, de guiarlos a la tierra prometida y que siguieran fieles a los mandamientos de Dios era agotador. Moisés no daba más. 

Además de todo esto, Moisés recibe la peor noticia: Dios ya no quería ir con el pueblo, sino que iba a enviar a su ángel solamente. Ante esta noticia, este líder le dice a Dios: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí”. Moisés sabía que la única forma de poder sobrellevar las presiones, recibir la guía diaria que necesitaba, la protección y provisión necesarias, era caminar bajo la presencia de Dios. 

Bajo esas circunstancias Dios le da a Moisés una de las promesas más destacadas de la Biblia, disponible para todos los que quieran depender de Él: “Mi presencia irá contigo, y te daré descanso” Éxodo 33:14.

La palabra hebrea para descanso es “Nuaj”, básicamente significa “resolver” y “consolar”. Es el sentimiento que experimentamos cuando se acaba de resolver un problema, cuando se llega a un acuerdo en una situación conflictiva, o cuando se termina de pagar por completo una deuda. Es el momento de relax para el alma. “¡Ahhhhh…!”

La crisis global que estamos viviendo produce en nosotros mucho estrés porque estamos sujetos a una forma de vida que nunca habíamos experimentado. Estar encerrados en casa, la mayoría sin trabajar afuera, sin saber qué hacer con los niños. Además, la ansiedad por las cuentas que hay que pagar, la sensación de estar expuestos al contagio apenas salimos a la puerta de nuestra casa por el solo hecho de respirar “otro aire” … Demasiado estrés, temor y ansiedad en estos tiempos.

Sin embargo, las promesas de Dios para dar descanso a nuestra alma siguen vigentes. Jesús dijo: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).

¿Ha experimentado este sentimiento de relax que viene como resultado de saber que vive bajo la presencia de Dios? Como hijos amados por nuestro Padre Celestial jamás estaremos solos y esto debe traer paz a nuestra alma.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

 

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