“Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.” Salmo 27:3.

Sin duda David escribió este Salmo en tiempos de angustia. Sabemos de qué se trata. Hay momentos en que nuestros sentimientos se inclinan hacia el desaliento porque vemos que estamos siendo atacados, perseguidos, malinterpretados. Entonces nos preguntamos: ¿Podremos mantenernos firmes en nuestra fe a pesar de las habladurías y críticas? ¿Podremos permanecer confiados en Dios a pesar de la oposición, la intimidación, e incluso el temor de los que nos rodean?

El salmista nos recuerda que la confianza en Dios es un asunto de decisión. Yo decido permanecer confiado, aunque haya un ejército en mi contra. David siempre vio la mano de Dios sobre su vida porque en todo tiempo confiaba en Él. A este rey de Israel no sólo lo perseguían los enemigos de la nación sino también sus amigos, confidentes, ¡y hasta su propia familia! Pero su decisión era irrevocable: confiaría en Dios, aunque la tierra fuera removida.

¿Cómo podemos tener tal confianza? David nos enseña cómo en el último versículo del Salmo: “Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová.” (v. 14).

1. “Aguarda a Jehová”. La palabra “aguarda” en hebreo es cavá que significa “atar, ligar, unir”. Lo primero que debes hacer es profundizar tu comunión con el Señor. Unirte a Él más íntimamente. Lo que Dios dice de sus hijos, debes creerlo y hacerlo parte de ti. Vas a poder aguardar a Dios porque tu fe está sustentada en su Palabra.

2. “Esfuérzate”. Tienes al Espíritu Santo en ti que te da poder, fuerza y determinación cuando crees que no puedes más. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7). Cuando estés a punto de tirar la toalla, Él te impulsará con nuevas fuerzas, afirmará tus convicciones y te mantendrás firme.

3. “Aliéntese tu corazón”. Alentarse en hebreo es amats que significa “estar de pie, afirmar, animar, consolidar, fortalecer”. ¡Levántate que el Señor pelea tus batallas y te da la victoria!

4. “Espera a Jehová”. No desesperes, Dios siempre responde y nunca falla. Como leemos en el Salmo 42:5:

“Espera en Dios, porque aún he de alabarlo, salvación mía y Dios mío”.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Libro de devocionales «Tiempos de Refrigerio»
Adquiera el libro en Amazon

compartir por messenger
compartir por Whatsapp