“Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?” Isaías 14:27.

Asiria fue enemigo de Israel. Eran crueles, despiadados, sanguinarios. Aun así, Dios les dio oportunidad de arrepentirse. Incluso envió a Jonás a predicarles y por un tiempo rindieron su corazón, pero fue temporal, pronto volvieron a los mismos pecados. Entonces Dios sentenció a su ejército, sería destruido, y lo confirmó con las palabras de Isaías 14:27.

Maravillosamente esta profecía tuvo su cumplimiento en los días del rey Ezequías (puedes leerlo en Isaías 37:21-38). Un ángel de Dios mató a 185,000 soldados en una noche. La Palabra de Dios se cumplió sin faltar un detalle. Nada que discutir, nada que argumentar. Dios lo dijo y Él lo hizo.

¿Alguien puede contradecir a Dios? ¿Alguien puede osar torcerle el brazo al Creador? ¿Existe algo o alguien que pueda cambiar sus designios? No. Nunca. Nadie puede alterar sus planes y propósitos, sin embargo, el diablo con sus mentiras intentará sembrar dudas acerca de lo que podemos esperar de Dios.

Satanás ha querido convencerte de que el poder del Señor es limitado, que las promesas que creíste fueron producto de tu imaginación, que no puedes esperar que las cosas sucedan como dice la Biblia, que si te hicieras cargo y dejaras de esperar en Dios todo te iría mejor, que solo debería interesarte “vivir la vida” …

Los que conocemos la manera en la que opera el enemigo sabemos que estas son las mentiras que usa para tender lazo a los incautos, pero nosotros tenemos nuestra confianza puesta en Aquel que es la Verdad. Cuando el Señor habla, las cosas suceden, todas sus promesas se cumplirán. Su Palabra no tiene la más mínima posibilidad de fallar. Jamás. “Así será mi palabra que sale de mi boca… hará lo que yo quiero”. Isaías 55:11.

No importa cómo se vean las cosas, podemos confiar en que Dios cumplirá todas sus promesas y completará su plan perfecto. Lo que Él ha determinado, nadie lo impedirá

“El que estaba sentado en el trono dijo: ‘Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas… Ya está todo hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin…” Apocalipsis 21:5-6a.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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